Suele aparecer en zonas como el interior de los brazos, piernas y cuello. La piel también disminuye su metabolismo acumulando más toxinas, haciéndose más fina y produciendo menos sebo, por lo que suele volverse más seca. Por todo esto, la piel envejecida está menos protegida de las agresiones que la piel joven, y necesita unos cuidados especiales.
¡Es el momento de incorporar fórmulas cosméticas y activos que nos ayuden a frenar el envejecimiento cronológico!
Este tipo de envejecimiento se manifiesta en diferentes momentos de la vida de cada persona y evoluciona dependiendo de muchos factores. Se dice que un 25% está representado por factores genéticos y el otro 75% por factores variables como la alimentación, hábitos de vida, exposición solar, contaminación, cambios bruscos de temperatura, tabaco, insomnio, estrés… Todo esto es más conocido como Exposoma y está en nuestra mano poder intervenir y retrasar este proceso de envejecimiento. Todos estos factores causan oxidación a nivel celular, inflamación y cambios en nuestros procesos celulares, que potencian nuestro envejecimiento. ¿Podemos combatirlo?